miércoles, 20 de octubre de 2010

Los Zapatos Viejos, un Monumento en la Heroica


Estos gigantescos zapatos viejos son uno de los monumentos más representativos de Cartagena, uno de las ciudades turísticas más visitadas en Colombia. Estas monumentales botas fueron creadas por el escultor Héctor Lombana quien esculpiría la estatuilla de la India Catalina. El artsita que a sus 78 años dejó estas memorables esculturas, marcó su talento en la originalidad de sus obras. Hoy estos "chocatos" -como son llamados en Cartagena- testifican silenciosamente la lucha de la clase obrera de la Costa norte colombiana y  se consolidan en custodios magnos del castillo de san Felipe en la Heroica.

El Kiwi... Un Ejemplo a Seguir

Este es un excelente video de cómo las LIMITACIONES, cualquiera que sean, no nos determinan para proyectarnos, y "lanzarnos" con valentía y atrevimiento a la aventura de alcanzar nuestros sueños en el fortuitio cambiar de los tiempos. El Kiwi logra su realización; por la que trabajó con empeño y  esmero.... Ahora te corresponde a ti....    No te dobles, no te rindas, no te heches atrás.

Sintética Historia de el Calzado

El oficio de zapatero nación en el momento en que el hombre creó por primera vez una protección para sus pies, hace unos 15.000 años. Durante la edad de Piedra, las mujeres eran responsables de la confección del calzado para toda la familia. En algunos clanes de mayores dimensiones no tardó en establecerse la división de los trabajos, de modo que uno de los miembros del grupo quedó encargado de la elaboración de zapatos. ocurrió lo mismo con otros oficios.

Una de las representaciones supuestamente más antiguas que se dispone sobre el oficio de un zapatero data de hace 4000 años. Se trata de un fresco egipcio, por desgracia muy deteriorado, hallado en la tumba de Rejmire en Tebas, que esboza una especie de historia de distintos oficios. Además de constructores de naves, joyeros, escultores y escribas, en la pintura también están representados los zapatero. El taller (de sandalias), muy bien equipado, demuestra que los zapateros gozaban ya de una buena posición entre los distintos oficios, y que merecían el honor de figurar en los frescos de la cámara funeraria del visir de Tutmés III.
En los talleres de sandalias del antiguo Egipto, el trabajo estaba estrictamente dividido: la extensión de la piel y la perforación de las suelas, para que posteriormente pudieran añadirse las correas, eran tareas totalmente independientes.

En la antigüedad, para dar fin a las desavenencias que desde hacía años reinaban entre los romanos, el segundo emperador romano, Numa Pompilla (715-672 a. C. ), dividió a los ciudadanos en nueve comunidades (lat. collegia) según la tradición, teniendo en cuenta su linaje. Los zapateros ( lat. sutores ) estaban situados en el rango número cinco. Sin embargo, en el imperio Romano, las agrupaciones de oficios de carácter gremial no quedan documentadas hasta el siglo II a. C. dichas asociaciones asociaciones estaban controladas por el estado y sus principales deberes consistían en regular el ejercicio conjunto del culto, los eventos de tipo social y los intereses comunes del oficio. Los trabajadores de cada oficio se agrupaban en la misma zona e instalaban sus talleres en calles secundarias próximas al centro de la  ciudad, unos junto a otros. Los zapateros hacia lo mismo, y aún hoy en día muchas ciudades siguen teniendo una calle denominada Zapatería.
Los testimonios escritos concretos sobre el oficio de zapatero en el área germánica aparecen por primera vez durante el siglo VI d.C. en el derecho borgoñón, y en el siglo IX en las leyes de Carlomagno (capítulo XLV sobre haciendas). En dicho documento se obliga al administrador de la hacienda a buscar buenos artesanos “…herreros, orfebres, plateros, zapateros, torneros…”

Alrededor de los siglos X y XI se produjo un cambio decisivo en la historia de los zapateros: se agruparon en cofradías, que a partir de ese momento representaron sus intereses económicos y sociales. Los zapateros que llegaban a la ciudad procedentes del campo no sólo podían contar con su protección, sino también con as ventajas económicas que ofrecían los mercados y plazas comerciales. Las cofradías estaban sometidas a las leyes episcopales y por tanto su vida social estaba orientada al clero.
Los patrones de los zapateros medievales eran los santos Crispino y Crispiano, cuya onomástica se celebra el 25 de octubre. Según una leyenda francesa, los dos hermanos (fr. Crépìn y Crépinien) procedían de una distinguida familia romana. Se convirtieron al cristianismo y huyeron de Roma en dirección a Soissons, Francia, a causa de la persecución del emperador Diocleciano (284-305 d.C.). Allí aprendieron el oficio de zapatero. De día predicaban el Evangelio y de noche confeccionaban zapatos gratuitamente para los pobres.

A finales del siglo XI, las cofradías derivaron en los gremios medievales. Los gremios de zapateros determinaban sus propios códigos y observaban su cumplimiento de forma muy estricta. Fijaban los precios, ejercían estrictos controles de calidad y dictaban las ordenanzas para la regulación de la producción, de los horarios de trabajo y de las condiciones de admisión, así como las disposiciones sobre la formación de aprendices y oficiales.

Durante el barroco, los hombres daban preferencias al calzado del material más refinado (piel o brocado) con tacón alto y ornamentos muy vistosos, como, por ejemplo, lazos, grandes hebillas, bordados y piedras preciosas. El rococó surgido en Francia bajo el reinado de Luis XV (1715-1774), tomó el relevo del pomposo barroco con zapatos más elegantes y decorados.

l espíritu de la moda actual se desarrolló durante la Revolución Francesa (1789-1799), con la emancipación de la burguesía. La moda burguesa reflejaba los principios de la revolución: igualdad y fraternidad. A partir de entonces, los nobles prescindieron de los adornos vistosos: se adoptaron colores y formas más discretos, el tacón desapareció. 

Los modelos considerados clásicos hasta la actualidad surgieron como símbolo de comodidad y de elegancia. Los maestros zapateros de Londres, Münich, París, Viena y Budapest contribuyeron a establecer esta moda tan conservadora.   

Algunas imágenes de la evolución del calzado